Érase una vez, un niño que iba caminando por la acera
de su casa y se encontró a un niño con vista de rayos X.
El niño de vista de rayos X se dirigió a un edificio, y el niño
con los ojos le tiró al edificio un rayo X.
Y el niño le dijo:
- ¡Huele a humo!
Entonces fue siguiendo el olor y era el edificio con llamas.
Y entonces llamó a los bomberos y apagaron el fuego y el
niño se encontró con el de los rayos X.
Y el niño que llamó a los bomberos le dijo al otro:
- ¿Por qué no te vas a tu país?
Y él le contestó:
- Vale...será buena idea...¡hasta luego!
Fin
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