Érase una vez un pez triste llamado Nemo porque su agua era azul que lo azul lo hicieron sus hermanas Ona y Cora.
Nemo vivía en un acuario en una tienda abandonada. La enfermedad era de pequeñas bolitas azules que infectaron a Ona y a Cora. Su mamá Yudí las llevó al médico de peces y le dijo que tomasen pastillas llamadas Onomatopeyas y a las pobres peces le tuvieron que pones la vacuna de peces con una aguja de 1 metro y sufrieron un montón.
Con las pastillas se recuperaron y el agua volvió a estar transparente.
FIN
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