Érase
una vez un gatito llamado caramelo. Un día, una niña cogió a Caramelo y se lo
llevó. Caramelo sólo tenía un año y la niña le tenía mucho cariño.
Se hizo
una foto con él y tuvo un marco. Caramelo se enfadó con la niña porque todo el
rato lo tenía encima y le obligó a ver la tele.
A
Caramelo se le pasó el enfadó y siguió jugando con la niña. Llegó la hora de la
cena y cenaron pasta de lazos y más figuras.
Al día
siguiente desayunaron leche con cereales.
Salieron
al parque a jugar y se encontraron a Sara y a Alicia. La niña le presentó a
Caramelo y las tres fueron muy amigas y fueron felices para siempre.
FIN
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