Érase una vez una niña llamada Mónica que fue a visitar al Cartero
Real. Le entregó la carta y como también estaban los Reyes se hizo una foto con
los Reyes y el con el Cartero Real.
Luego visitó el Belén y había una tela azul del cielo y por la noche.
Le encendían luces imitando las estrellas. Le dieron una foto y un batido de
vainilla. Mónica cuando volvió se acostó porque vinieron de noche y le dijo a
su familia:
-¡Buenas noches!
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