Érase
una vez una piña que estaba con sus papas
en el bosque dando un precioso paseo. Una tarde de invierno.
De
repente apareció un recogedor de piñas, entonces las piñas empezaron a correr ,
pero ella se cayó y el hombre la cogió y la llego a una fabrica. Cuando la iba
a meter en una maquina se cayó al suelo y salió corriendo para el bosque.
Pero
ya era de noche y por más que busco a sus padres no los encontró. Entonces vio
en un árbol un agujerillo y se metió allí a pasar la noche. Al día siguiente
los padres que la estaban buscando la vieron allí dormidita y se pusieron a
llorar de alegría y nunca se separaron más.
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