Estaba deseando que llegaran, para poder jugar con
todo lo que les había pedido. Un ordenador interactivo, un coche teledirigido,
gorras, una patineta y muchas cosas más. Por fin llegó ¿y cuál fue mi sorpresa?
Abriendo los regalos, uno de ellos era un saco de pienso y yo dije:
- ¡Un perro!
Fui a buscarlo corriendo a la terraza pero no
estaba. Mi madre dijo que siguiera buscando hasta que lo encontré.
Fue el mejor regalo que me habían dejado a mi
perrita Mamba.
FIN
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