Érase una vez, una niña llamada Marta que no sabía jugar al fútbol.
Un día Marta decidió aprender y se fue en busca de su amiga Candela que jugaba estupendamente, y después del colegio se iban al polideportivo y se ponían a entrenar.
Marta esteba loca de contenta porque estaba aprendiendo muy rápido y cada vez le gustaba más. Un día vino un entrenador de un equipo de fútbol y se puso a observar a las dos niñas y vio que jugaban estupendamente.
Entonces las llamó y le dijo si querían jugar en su equipo y las dos amigas corriendo le dijeron que si. Entonces Marta y Candela se hicieron unas grandes futbolistas y fueron muy felices.
FIN
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