Érase una vez un niño que soñaba en mitad de la noche con el agente secreto.
Llegó la mañana y el niño quería jugar al agente secreto pero su madre le dijo que dentro de la casa no.
Y su madre se fue a comprar y el niño estaba jugando al agente secreto y rompió la jarra. Vino su madre y la jarra estaba rota y su hijo le pidió perdón a su madre y le dijo que no volvería a jugar al agente secreto.
Fin
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