Érase una
vez una niña llamada María. Siempre que era Halloween se iba a
casa de su abuela a celebrar Halloween, allí estaba su primo que se
llamaba Horacio y abajo vivía la vecina del piso que tenia la casa
adornada de arañas, monstruos y muchas cosas más. Siempre que era
Halloween, María y su primo bajaban a ver esa casa.
Un día la
vecina le dijo a Horacio y a María que iban a hacer una fiesta de Halloween e
iban a llamar a las puertas, María y Horacio le dijeron a la vecina que
ellos querían ir y la vecina les contestó que si podían ir.
Entonces
cuando llegó el día de la fiesta de Halloween Horacio y su prima se
vistieron de Halloween, María se vistió de Draculaura y Horacio de monstruo
llamaron a la vecina:
- ¡ya
estamos preparados!-dijeron a la vecina.
Pues vale
pasad y pasaron.
Cuando
llegaron todos los niños se fueron por todo el pueblo a pedir caramelos. Llegaron
a una casa y salió una mujer vestida de vampiresa se asustaron y le dijeron a
la vampiresa:
-¿vampiresa
nos puedes dar caramelos?
La
vampiresa dijo:
- Claro que
sí.
Le echó
caramelos a todos los niños. Luego vieron a unos niños tirando huevos a
las puertas.
Cuando
acabó la fiesta de Halloween que terminó a las 12:30 de la noche y llegaron
todos a sus casas pusieron las chuches en la mesa y empezaron a contar todas
las chuches que habían cogido María había cogido 100 chuches y su primo Horacio
había cogido 300 cuando terminaron de contarlas cenaron un bocadillo y vieron
los dibujos de Shake it up y se comieron
una chuche luego jugaron un poco a la consola y se fueron a
dormir.
FIN
Me ha gustado mucho tu cuento. Estás hecha una gran escritora de historias!
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