Érase una vez un niño que estudiaba las plantas porque le gustaba la naturaleza.
Un día iba por el bosque y se encontró una planta muy interesante. Se llamaba mate, era un árbol con unas flores blancas y hojas verdes.
Recogió una muestra de árbol y se la llevó para examinarla. Cuando llegó al laboratorio estudió la planta e investigó que servía para el control del peso y el apetito.
Terminó de estudiarla y se fue al mar a estudiar las algas.
Se metió en el mar y buceó hasta encontrar unas algas. Unas eran moradas y otras eran verdes. Unas eran rectas y otras curvas, unas eran planas y otras gordas. Cogió todas y las guardó en una pecera gigante para después estudiarlas.
Continuará...
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