Había una vez un hombre llamado Pablo y tenía un amigo llamado
Román. Una señora llamada África llamó a Pablo y a Román, porque se había caído
y se había roto un brazo. Entonces Pablo y Román, que eran sus amigos, la
llevaron al hospital. Los médicos le curaron el brazo: primero le hicieron una
radiografía, después le escayolaron el brazo, y por último le dieron una
medicina para el dolor.
Sus amigos Pablo y Román, la llevaron a su casa, y como África no
podría escribir, Pablo lo hacía por ella y Román le lavaba la ropa.
Así África se recuperó pronto, con la llamada de auxilio que hizo
a sus amigos.
The end
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