Había una vez un niño que
estaba en la cama y encontró a un bicho; gritó:
-!Aaaaaaaaaaaahh un
bicho!
Dijo gritando y del susto
que se llevó se cayó de la cama y le salieron estrellitas en la cabeza. Se ha
dado un buen porrazo.
Su madre le dio un spray
antibichos y el niño le dio con el spray y dijo su madre:
-¡Oh no, es spray
crecebichos!
El niño sacó una porra y
dijo:
-Menos mal que siempre
llevo encima mi disfraz de cavernícola y le da con la porra al bicho en la cabeza.
Dice el niño:
-Ahora al que le salen
estrellitas de la cabeza no es a mi.
Bueno mami me voy a la
planta de abajo, y su madre dijo:
-¡El ascensor está averiado!
¡Pun, pan, pin, pon,
ahora si que le han salido estrellitas de la cabeza!
Su madre mira por el
agujero del ascensor y dice:
-Está bien y se queda
arriba.
El niño se queda ahí
porque no quiere encontrarse ningún bicho y no se lo encontró. Lo que se
encontró fue un arácnido y esta vez su susto fue mayor al anterior y pegó un
salto tan alto que rompió el techo con la cabeza, esta vez el porrazo fue
mayor.
Cuando bajó se dio otro
porrazo y la araña le picó y eso solo sirvió para darse otro porrazo y encima
la araña era una araña peluda y tuvo que ir al médico encima de una montaña.
Los médicos le esperaban
y dijeron que la única cura era la cosa más asquerosa del mundo: calcetines
malolientes, pizza mohosa y patatas rancias que estaban en el hospital, y dijo
el niño:
-¿ Me lo tengo que comer?
y los médicos dijeron que si se lo tenía que
comer y se lo comió y dijo que estaba muy super asqueroso.
Como estaba arriba de una
montaña en el médico, lo acostaron al niño en una camilla con ruedas y la
camilla con ruedas se deslizó cuesta abajo y ¡pun! una rama, ¡pon! una roca,
salió volando hasta que llegó abajo y otra vez tuvo que subir.
Por fin llegó y cuando se
fue del médico cuando estaba bajando la montaña, se resbaló y se cayó en un
charco de barro y dijo que era repugnante y cuando llegaron a su casa había
venido un escorpión y como los médicos le habían dado una medicina para las
picaduras de los escorpiones, pero dolía muchísimo y cuando se la bebió le
dolió muchísimo, pero se le pasó el dolor y por fin se pudo acostar en su cama.
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