Érase una vez una patata saltarina
que estaba todo el día saltando de aquí para allá y un día al saltar se partió
por la mitad.
Se puso super triste y el médico que
andaba por allí vio a la patata saltarina triste y le preguntó:
- ¿Qué te pasa?
La patata saltarina le respondió:
-Que me he partido por la mitad.
El médico le dio unas pastillas y se
curó, al tomarse las pastillas y pudo volver a saltar, se puso super contenta
de poder saltar otra vez. Le dijo que tenía que tener cuidado y tenía que
volver con las pastillas. Ella para mejorarse le hizo caso y se las tomó y se
curó del todo, y se puso todavía más contenta aún.
Fin
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