El niño salió de la cama, se tropezó y se cayó al suelo de boca, en frente de
la escalera, dio la vuelta y ¡pin, pan, pon, pun, se ha caído de la escalera,
en medio del pasillo y su madre tropezó con él!
Se le rompieron las zapatillas y se fue descalzo, como el suelo estaba hecho de
madera, se clavó una astilla en el pie, gritó:
-¡aaaaahhh que dolor!, se quitó la
astilla de su pie y se fue a su cama y otra vez se encontraron al bicho. El
niño saltó alto, rompió el techo con la cabeza y su madre tiró por la ventana
al bicho.
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