Érase tres salamanquesas: una grande, otra mediana y otra
pequeña.
Todas las noches mi padre y yo capturamos bichos y cuando
vienen se los damos.
Un día capturamos una mariposa pero tuvo mucha suerte porque
se escapó volando.
Un día por la noche cayó un grillo y la salamanquesa gorda
se lo comió de un bocado.
Todas las noches nos hacen compañía.
FIN
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