Érase una vez una niña que se llamaba
Elena que tenía un póster de Los Pitufos: grande, bonito y mágico.
Un día Elena descubrió que Pitufina le
dijo por la mañana:
-Buenos días, Elena.
Y la pobre niña se asustó y salió
corriendo hacia su mamá.
Su mamá le preguntó a Elena:
-¿Qué te pasa?
-Que Pitufina me ha dicho buenos días y
me he asustado mucho.
La madre de Elena fue a su cuarto para
comprobarlo y como era verdad las dos se asustaron y salieron corriendo. Luego
el papá las defendió pero Elena le dijo a su padre que no la matara porque
podía ser su hermana pequeña.
Cuando estaban aburridas Elena peinaba a
Pitufina. Elena le hizo una casa a toda su familia. Pitufina aprendió a hacer
coronas y se hizo una dorada, azul, rosa, verde, morada y naranja brillante.
En Navidad Pitufina se pidió: una pista
de baile, un columpio y una cama. A Elena le pidió un billete de diez y de
veinte euros.
FIN
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